martes, 8 de febrero de 2011

Dani Alves, razón a medias


Que sí, que nadie discute que, por desgracia, semana tras semana nos encontramos la misma situación con aficionados descerebrados que se dedican a propinar insultos racistas  a los jugadores rivales que se enfrentan al equipo que ellos defienden.

Pero que ahora salga Dani Alves a denunciar este hecho, me parece de un plan victimista total. No es que esté en desacuerdo con sus declaraciones, al contrario. Todas esas "personas", si se les puede calificar como tales, no deberían de pisar un estadio de fútbol jamás. Pero si bien es cierto, que casos cómo los de Alves (que a pesar de todo, creo yo que hay jugadores que lo sufren en sus carnes en mayor proporción que el lateral) hay cientos y cientos de futbolistas que también pasan por esas situaciones desagradables.

No obstante, entre los numerosos cánticos que puedan haber en contra de la persona, no hay peor cosa que te deseen la muerte y cientos de personas lo canten mientras tú te dedicas a jugar al fútbol, casos de Cristiano Ronaldo o Mourinho por ejemplo. Pero yo me pregunto, ¿acaso tanto el jugador cómo el técnico luso han salido en ruedas de prensas a recriminar ese tipo de acciones? No.

Estamos en un país, que a medida que pasan los años, gran parte de los aficionados españoles en vez de dejarse la garganta animando a su equipo, se preocupan más de desmotivar al rival a base de insultos graves, sean del tipo que sea . Y habrá que apechugar con ello, parece ser, que durante mucho tiempo más. Hasta que los Comités o quién se encargue de ello, sean capaces de radicalizarlo de manera contudente. Dígase con cierres de estadios o multas económicas hacia los clubes.

Pero tampoco creo yo que se deba llegar a este punto. Más que otra cosa, porque de 80.000 personas que puedan asistir al estadio de fútbol, sólo 100 imbéciles son los que acaban soltando toda esa mierda por la boca. Lo que significa que sólo es un mínimo porcentaje de indeseables que se dedican a ello, insuficiente para actuar y cortar de raíz este tipo de acción . Tampoco queramos ver a España cómo un país racista. Nos estaríamos equivocando. En otros países también sucede y ya se han acostumbrado a convivir con este tipo de situaciones.

Llegado a este punto, parece poco probable que podamos remediarlo. Denunciarlo no sirve de nada, si más no, visto cómo están las cosas hoy en día es crear polémica innecesaria ya que ningún resultado positivo se podrá obtener de ello.

Esta vez, el que se ha quejado ha sido el jugador brasileño (igual que de la misma manera lo podrían haber hecho muchísimos futbolistas más), pero a mi parecer creo que lo ha hecho con segundas. Posiblemente se deba a que su renovación con el Barça pende de un hilo, y qué mejor manera que dejar caer perlas cómo estas, dando a entender que en España no se encuentra a gusto para así apresurar su salida del club catalán lo antes posible.

¡Qué ingenuo que eres, Dani!



No hay comentarios:

Publicar un comentario