Más compromiso y menos egoísmo personal

Sólo ha transcurrido un mes de competición, y ya empezamos a encontrar los primeros casos de jugadores que muestran su disconformidad con la situación que viven actualmente en sus clubes. 
Hablamos del jugador del Real Madrid Lass Diarra, el sevillista Luis Fabiano, y en un caso parecido que a continuación explicaremos, el del uruguayo Diego Forlán.

Empezemos con el madridista Lass Diarra, que aprovechó su convocatoria con la selección  francesa para hablar ante los medios de su país. No se quedó corto, y soltó perlas cómo estas: " «Por ahora he jugado un partido de cada dos y compito con un campeón del mundo y un semifinalista de la Copa del Mundo y este verano estaba enfermo. Pero, si no estoy contento, buscaré soluciones. No hay problema»."
En mi opinión, son declaraciones inoportunas y fueras de lugar. Bien haría el francés en mirarse su propio ombligo, y ver entre otras cosas, que si echamos la vista atrás, la temporada pasada estuvo un mes alejado de los terrenos de juego por una misteriosa "lesión" en una uña del pie. Un gran ejemplo de "profesionalidad", sin duda. Sólo basta apreciar este hecho, para no entrar en detalles y debates absurdos sobre sus declaraciones.
Es de una cobardía absoluta lo que ha hecho el jugador. ¡Qué fácil que es sentirte libre en tu país para no tener complejos y empezar a desproticar sin piedad! ¿Verdad Lass?
Gracias tendría que darle a Mourinho por seguir en el Real Madrid. No olvidemos que era uno de los candidatos fijos en abandonar la Casa Blanca este verano. Otro dato esclarecedor que no hace más que demostrar la insensatez en las palabras del francés: Hasta el día de hoy está entre los 12-13 jugadores más utilizados por el técnico portugués. En fin, ver para creer.


Otro caso parecido es el del sevillista Luis Fabiano. En 6 jornadas disputadas, ya ha aparecido el representante de turno diciendo lo siguiente: “«Si la situación no cambia, entonces nos veremos obligados a buscar una salida»”. Me sorprende que un jugador cómo el brasileño baje los brazos tan pronto.
Lleva más de cinco años en el club, es un ícono para el sevillismo, no hace ni dos meses ampliaba su contrato hasta 2013... Son varios factores que parecen contradictorios con lo que ha expresado su representante. Nadie discute lo bueno que es Luis Fabiano y la calidad que atesora en sus botas, pero visto lo visto, hemos podido ver que en situaciones en las que su titularidad peligra, en vez de luchar por ella, prefiere ponerse victimista ante tal circunstancia. Si se dedicara a pensar concienzudamente lo que está haciendo mal o tiene que corregir en los entrenos para ganarse la confianza de Gregorio Manzano, no habría ningún tipo de duda en que las cosas acabarían llegando pos sí solas en forma de titularidad indiscutible.


Y ya para terminar, el caso de Diego Forlán. Ni mucho menos se ha quejado de su situación (básicamente porque motivos no los hay), pero sí que ha hecho unas declaraciones en inglés para la agencia Reuters, que perfectamente pueden molestar al club y al aficionado atlético.
El problema no es que sea un hecho aíslado, si no que no es la primera vez que el charrúa se expresa de forma reiterativa en diversas ocasiones con palabras similares. Esta vez, dijo lo siguiente: "«Si llega una buena oferta puedes decidir quedarte o marcharte. Si llegara una buena oferta para mí y para el club, la escucharía. Como siempre he dicho, vine a Europa dejando mi casa y dejándolo todo, así que no me siento atado a un equipo»".

Cierto es que al día siguiente matizó sus palabras alegando que posiblemente se le había confundido al haberse expresado con lenguaje inglés. Quién sabe. Lo que sí que sabemos entre otras cosas es que Forlán ha dado mucho al equipo de la ribera del Manzanares desde que aterrizó en 2007, que es un jugador que se deja la piel y el alma siempre que le toca defender la camiseta rojiblanca, pero también sabemos de sobras, que con 31 años a sus espaldas, puede estar ante su última oportunidad de poder fichar por un grande. La cuestión es que a estas alturas de la temporada, recién iniciada la competición, no es el momento preciso para especular con un futuro fuera del Calderón.